domingo, 27 de mayo de 2012

TRES NAVÍOS EN EL MAR


PARTICIPANTES: Por equipos.
DÓNDE SE JUGABA: En la calle, en un espacio amplio, con diferentes lugares donde poder esconderse.
CUÁNDO SE JUGABA: Cuando lo permitía el clima.
OBJETOS QUE SE UTILIZAN: Ninguno.

REGLAS DEL JUEGO: Tras sortearse los equipos, uno de las y los perseguidos y el otro el de los perseguidores y perseguidoras. El primer equipo marchaba a esconderse mientras las perseguidoras y los perseguidores hacen tiempo durante unos cinco minutos. Dado que el espacio que se utiliza era bastante amplio, la voz que daba comienzo al juego debía ser potente; así se podía oír a una niña o a un niño gritando: “Tres navíos en el mar”; frase que era respondida con un fuerte: “Otros tres en busca van”.

“Tres navíos en el mar...
...Otros tres en busca van”

ANÉCDOTAS: En ocasiones, el juego no llegaba a terminarse, ya que debido a la gran extensión de los espacios era muy difícil encontrar a las/los escondidas/os.


TESTIMONIOS: “Jugábamos todos, chicos y chicas juntos, en la calle. No pasaban coches. Los juegos mixtos eran los más divertidos”. (Testimonio recogido en el distrito de Barajas).

LAS TIENDAS



NÚMERO DE PARTICIPANTES: Uno en adelante.

DÓNDE SE JUGABA: En el interior de las casas, patios de vecindad, soportales.
CUÁNDO SE JUGABA: Todo el año.
OBJETOS QUE SE UTILIZAN: Se recurría a la imaginación para transformar objetos cotidianos o
desechados en un puesto de mercado. Con cajas de zapatos se construía una balanza. El dinero era trocitos de papel que se guardaban en otra caja. Se vendía cualquier tipo de producto, la harina era la “arena fina”, el arroz la “arena gorda”, la lechuga, las hojas de los árboles, cualquier trapo una fina tela para hacerse un vestido de fiesta o un traje de chaqueta...

REGLAS DEL JUEGO: Las que dicta la imaginación. Lo importante es no salirse del“papel”.

TESTIMONIOS: “Recuerdo mi infancia como un continuo juego de tiendas y cacharritos”. (Testimonio recogido en el distrito de Centro).
“Yo, con una lata de betún y un palo y una cuerda, hacía una balanza estupenda para pesar lo que vendíamos.” (Testimonio recogido en el distrito de Salamanca).
“Nosotras vendíamos leche que hacíamos diluyendo un poco de jabón en agua.” (Testimonio recogido en el distrito de Salamanca).

LOS TESOROS


NÚMERO DE PARTICIPANTES: Se juega en grupo, cuantos más participantes, más divertido, ya que tendrán que buscar el tesoro con mayor celeridad.
DÓNDE SE JUGABA: En la calle, en los descampados llamados “basureros”, donde se podía encontrar casi de todo.
CUÁNDO SE JUGABA: Todo el año.
OBJETOS QUE SE UTILIZAN: Los tesoros pueden ser cualquier tipo de objetos: botones, papeles de colores, piedras o huevos pintados de colores. A menudo se guardaban en una caja para aumentar la emoción del encuentro.

REGLAS DEL JUEGO: Uno de los que juegan esconde los objetos elegidos, sin que el resto del grupo le vea. A continuación, los demás emprenderá una carrera en busca de los tesoros, mientras que quien los ha escondido les irá indicando con las palabras “frío” o “caliente” la proximidad al lugar donde ha escondido el objeto buscado. Ganará quien más objetos encuentre.


ANÉCDOTAS: Madrid estaba levantada entre descampados, lugares idóneos para desarrollar esta actividad.

TESTIMONIOS: “Lo que más me gustaba era ir a los descampados. Los llamábamos basureros. Cogíamos cualquier cosa, un trozo de cristal, una taza rota, una tapadera... Todo nos parecía emocionante y maravilloso.” (Testimonio recogido en el distrito de Tetuán).
“Yo jugaba a los tesoros escondiendo cromos de flores o mariposas con un cristal por encima, y cuando lo desenterrabas casi se te olvidaba que lo habías escondido tú misma”. (Testimonio recogido en el distrito de Tetuán).


¡Frío, frío!
¡ Te vas a quemar..!
¡Caliente, caliente!


LAS TABAS


NÚMERO DE PARTICIPANTES: Dos o más, aunque si son más de cuatro el juego pierde ritmo.
DÓNDE SE JUGABA: Exterior/interior.
CUÁNDO SE JUGABA: Todo el año.
OBJETOS QUE SE UTILIZAN: Tabas: hueso de la rodilla del carnero.

REGLAS DEL JUEGO: Aunque hay muchas modalidades, la más extendida es aquella en la que se utilizan cinco tabas, que podrán ir pintadas de vivos colores. Cada lado de la taba recibe un nombre: hoyos, panza o tripa, liso y carnero. Con este orden se irán sucediendo las rondas y el proceso será siempre el mismo. Cuatro de las tabas se arrojan al aire y se dejan caer al suelo. La quinta se irá lanzando hacia arriba y dejando caer. Mientras la taba está en el aire la jugadora/or irá colocando las que están en el suelo en la cara de tripas, luego en hoyos, etc. y así hasta conseguir pasar por todas las caras en todas las tabas. Gana el participante que lo consiga con menos lanzamientos.
También la jugadora o jugador lanza al aire los cinco huesos y trata de recuperarlos con el dorso de la mano. Repite la operación con los que no se le han caído, pero esta vez trata de cogerlos con la palma.
Otra modalidad consiste en lanzar una taba mientras se va cogiendo el resto de una en una, de dos en dos, de tres en tres y, finalmente, todas de una vez.
En ocasiones, tras lazar las tabas, la jugadora o el jugador sitúa la mano formando un arco con el dedo índice y el pulgar. El juego consiste en hacer pasar las tabas por debajo del arco, primero de una en una, después de dos en dos, de tres en tres y, por último, todas a la vez.

VARIANTES: EL ZURRIAGO.
Esta modalidad era propia de los niños. Se apostaban cromos que se ganaban o perdían según la posición en la que caía la taba: “liso” ganaba un cromo; “carnero”, dos; si salía “hoyo” tenías que poner un cromo en el montón; y si salía “tripa”, tenías que poner un cromo y recibir un “zurriagazo”, es decir, un latigazo generalmente con el cinturón.

ANÉCDOTAS: Su origen se remonta a los orígenes de las civilizaciones indoeuropeas y llegó a Sudamérica durante la conquista española. En España se sustituyó como juego de apuestas en momentos en que los casinos o salas de juego estuvieron prohibidos.

TESTIMONIOS: “Pintábamos las tabas con anilina. ¡Quedaban preciosas!” (Testimonio recogido en el distrito de Moncloa).
“Cuando mi madre preparaba el cordero, mis hermanas y yo peleábamos por las tabas. Recuerdo que la cocina olía muy mal.” (Testimonio recogido en el distrito de Hortaleza ).

EL "RESCATAO"


OTROS NOMBRES: EL RESCATE, RESCATE LIBRE.
NÚMERO DE PARTICIPANTES: Por equipos.
DÓNDE SE JUGABA: Exterior. Requiere un espacio amplio, aunque delimitado.
CUÁNDO SE JUGABA: Todo el año, según climatología.
OBJETOS QUE SE UTILIZAN: Ninguno.

REGLAS DEL JUEGO: La jugadora o el jugador que la ‘liga’ tendrá que perseguir a los demás del grupo. Cuando coja a alguien, lo llevará a su ‘casa’ (una farola, un árbol...). Después, seguirá persiguiendo al resto, pero con cuidado de que nadie se acerque a la casa y pueda tocar la mano de quien ya estaba cogida/o, porque si así lo hiciera, diría: ¡salvado! y volvería a poder ser perseguida o perseguido de nuevo. Cuando hay más de una/o capturadas/os, se dan la mano para así formar una cadena y poder tener mayor libertad de movimientos y propiciar el rescate. El juego se acaba cuando la/el perseguidora/or ha conseguido coger a todas/os y llevarlas/os a su ‘casa’.

¡Salvada!

VARIANTES: POLICÍAS Y LADRONAS/ES
En este caso, uno de los equipos representaba a los policías y el otro a los ladrones. Se juega de la misma manera que la variante anterior, pero con la diferencia de que todo el equipo de policías persigue al de los ladrones.

ANÉCDOTAS: Éste es uno de los juegos al que jugaban niñas y niños.

TESTIMONIOS: “En cuanto nos juntábamos en el patio de mi casa a la salida del colegio, jugábamos al ‘rescatao’. Me sorprende no encontrame hoy niños en la calle jugando.” (Testimonio recogido en el Distrito de
Moratalaz).

LOS RECORTABLES


OTROS NOMBRES: LIBROS DE MUÑECAS.
NÚMERO DE PARTICIPANTES: De uno en adelante.
DÓNDE SE JUGABA: En el interior de las casas, en los soportales.
CUÁNDO SE JUGABA: Era el juego perfecto para los días de lluvia.
OBJETOS QUE SE UTILIZAN: Álbumes de recortables. Pinturas, papel, tijeras.


REGLAS DEL JUEGO: Con lápiz y papel o figurines sacados de revistas, se hacían los recortables. El juego consistía en recortar figuras de niños o niñas o de hombres y mujeres y hacerles vestiditos de papel que se acompañaban de pequeñas solapas para unirlas al cuerpo.
Con estas figuras las niñas solían jugar a vestir las muñecas según la ocasión, como, por ejemplo, asistir a una fiesta, realizar una excursión... lo importante era crear nuevas situaciones y cambiar las ropas de las muñecas una y otra vez.
Existían libros de recortables tanto para niñas como para niños con diferentes temáticas.

ANÉCDOTAS: Los álbumes de recortables se compraban en las piperías. A pesar de ser un juego relativamente barato, las niñas y los niños solían hacer sus propios figurines.

TESTIMONIOS: “Nos lo hacíamos todo. Incluso los recortables, pintábamos los figurines y la ropa que queríamos que llevaran”. (Testimonio recogido en el distrito de Carabanchel).

LAS PRENDAS


OTROS NOMBRES: ANTÓN PIRULERO.
NÚMERO DE PARTICIPANTES: Grupo.
DÓNDE SE JUGABA: Exterior/interior.
CUÁNDO SE JUGABA: Todo el año.
OBJETOS QUE SE UTILIZABAN: No.
¿ACOMPAÑADO DE CANCIÓN?: Sí.
REGLAS DEL JUEGO: Las jugadoras y los jugadores se colocan formando un círculo para que todos se puedan ver entre sí. Cada una/o elegirá un instrumento que simulará tocar al ritmo de la canción:

“Antón, Antón, Antón Pirulero,
cada cual, cada cual, que aprenda su juego,
y el que no lo aprenda
pagará una prenda”.

La persona que ha sido designada como directora o director de la orquesta (madre), en un momento determinado dejará de “tocar su instrumento” para empezar a simular que toca el de otro participante del corro. En ese momento la jugadora o jugador elegida/o deberá dejar de tocar su instrumento y empezará a interpretar el que antes tenía la directora o el director, es decir, se intercambian los instrumentos.
Este cambio se irá repitiendo hasta que todos los participantes, menos una o uno, que será la ganadora o ganador del juego, se hayan equivocado en los cambios que haya efectuado quien lo dirige.
Quien ha perdido, ha dejado una prenda u objeto personal que recuperará superando la prueba que la “madre” le diga. Es aquí donde reside el juego en sí.

ANÉCDOTAS: Es uno de los juegos con más tradición entre las mujeres madrileñas. Aúna música, mímica y desarrolla enormemente la atención.

TESTIMONIOS: “Me encantaba jugar al Antón Pirulero y se lo he enseñado a mi nieto, que se entretiene un montón con eso.” (Testimonio recogido en el distrito de Fuencarral).

PÍDOLA


OTROS NOMBRES: CORRECALLES.
NÚMERO DE PARTICIPANTES: Cuantos más, mejor.
DÓNDE SE JUGABA: En el exterior, preferentemente, en una calle poco transitada.
CUÁNDO SE JUGABA: Todo el año, según climatología.
OBJETOS QUE SE UTILIZAN: No.

REGLAS DEL JUEGO: Las niñas y los niños forman una fila india dejando un espacio entre cada participante, doblan el tronco con los codos apoyados en las rodillas y con las manos protegiéndose la cabeza.
La última persona de la fila salta, con las piernas abiertas y ayudándose con las manos, por encima de sus compañeras/os hasta que salta sobre la primera o primero de la fila. Entonces, adopta la misma posición que el resto y la última persona comienza a saltar a la vez que sus compañeras/os, así, hasta que todo el mundo haya saltado.

VARIANTES: En ocasiones, en el momento de realizar el salto, se da una palmada al participante que está agachado mientras se grita: “Pídola”. 

ANÉCDOTAS: En el Madrid de los años 40 y 50 se podía jugar habitualmente a ‘Pídola’, dada la escasez de coches en las calles.

TESTIMONIOS: “Las niñas lo teníamos difícil para jugar a pídola, pero nos hacíamos unos apaños con las faldas, la atábamos para que no se nos viera nada, y jugábamos con los chicos.” (Testimonio recogido en el
distrito de Latina).

PEONZA DE CORDEL

NÚMERO DE PARTICIPANTES: Se puede jugar en solitario o en grupo.
DÓNDE SE JUGABA: En el exterior, sobre una superficie más
o menos lisa.
CUÁNDO SE JUGABA: En estaciones secas, ya que el suelo no tiene que estar húmedo.
OBJETOS QUE SE UTILIZAN: Peonzas.

REGLAS DEL JUEGO: Existen diferentes formas de jugar a la peonza. Lo fundamental es saber hacerla bailar, para lo cual hay que anudar fuertemente el cordel a la peonza, y lanzarla con un golpe seco. Entonces, se juega a ver quién la hace bailar por más tiempo, quién puede hacer las figuras más atrevidas, cómo pasarse la peonza de mano a mano sin que pare de girar, etc.
Otra modalidad consiste en trazar un círculo en el suelo donde todos los jugadores y jugadoras hacen bailar la peonza tratando de sacar a las demás peonzas del recinto.

PEONZA DE DEDOS
VARIANTES: 1.- Peón: peonza de menor tamaño que se baila igual que la peonza.
2.-Otra variante es la conocida como peonza de dedo o pirindola, que se hacía bailar sobre una mesa.

ANÉCDOTAS: A pesar de que estaban en juego las propias peonzas, al ser objetos preciados, se solían devolver a sus dueñas y dueños originales.

TESTIMONIOS: “Muchas veces cuando un chico tiraba la peonza dentro del círculo, le daba un golpe a otra que ya estaba bailando y la partía. En ese caso le tenía que pagar la peonza al otro chico.” (Testimonio recogido en el distrito de Ciudad Lineal).

LA PELOTA


NÚMERO DE PARTICIPANTES: Desde una persona hasta un grupo.
DÓNDE SE JUGABA: En el exterior.
CUÁNDO SE JUGABA: Todo el año, si la climatología lo permitía.
OBJETOS QUE SE UTILIZAN: Una pelota.
¿ACOMPAÑADO DE CANCIÓN?: Sí.
REGLAS DEL JUEGO: Según variantes.

VARIANTES:
1.- Se pasa la pelota entre las y los jugadores hasta que la pelota cae. Gana quien no deja que se le caiga.
2.- Se lanza la pelota contra una pared de diferentes maneras: sin que bote, dejando que bote una vez en el suelo antes de recogerla, dando una palmada mientras está en el aire, etc.
3.- Se lanza la pelota contra el suelo para que dé botes mientras se canta:

“Mi pelota ya no bota,
mi mamá me compra otra”.

Otra variante:

“Bota, bota mi pelota,
chiquitita y muy bonita”.

ANÉCDOTAS: Era y es uno de los juegos más populares entre niñas y niños de todas las épocas.

TESTIMONIOS: “En este juego mandaba el dueño de la pelota. Él decidía a qué se jugaba, quiénes podían
jugar... Si no teníamos pelota, la fabricábamos con trapos o con papeles mojados.” (Testimonio recogido en el distrito de Vicálvaro).

PASE MISÍ


NÚMERO DE PARTICIPANTES: Grupo.
DÓNDE SE JUGABA: Exterior/nterior.
CUÁNDO SE JUGABA: Todo el año.
OBJETOS QUE SE UTILIZAN: Ninguno.
ACOMPAÑADO DE CANCIÓN: Si.


REGLAS DEL JUEGO: Se eligen dos participantes que formarán el arco por el que pasará el resto. Cada una/uno de estas/os dos elige el nombre de un color, una ciudad, un río, etc... (Por ejemplo, rojo y azul). A continuación, se cogen de las manos y las levantan simulando un puente. El resto se agarra por la cintura, formando una fila, y van pasando por debajo del puente mientras cantan la siguiente canción:

“Pase misí,
pase misá,
por la Puerta de Alcalá,
los de adelante corren mucho,
los de atrás se quedarán”.

A la voz de “se quedarán”, bajan sus brazos capturando a una/o de la fila a quien le preguntan qué color prefiere. Según la respuesta se sitúa detrás de la/el jugadora/or a quien pertenece dicho color.
Cuando ya han sido capturados todos los participantes, se traza una raya en el suelo, en medio de los dos equipos, y cada uno de ellos debe tirar hacia atrás intentando que el equipo contrario traspase la línea. El equipo que logra hacer que pase la línea el contrario, será el vencedor.

VARIANTES: Dependiendo del lugar. En Córdoba, por ejemplo, varía la letra. Se canta pase misí “pase misá por la calle Gondomar”; una de las calles principales de dicha ciudad.

ANÉCDOTAS: El nombre del juego es probable que proceda de una lectura errónea de la palabra francesa “monsieur” y de la feminización de ésta.

TESTIMONIOS: “Yo, el “Pase Misí” se lo he enseñado a todos los niños de la familia y les encanta.” (Testimonio recogido en el distrito de Arganzuela).

EL PAÑUELO



NÚMERO DE PARTICIPANTES: En este juego compiten dos equipos, cada uno con igual número de jugadoras o jugadores.

DÓNDE SE JUGABA: En el exterior.
CUÁNDO SE JUGABA: Todo el año, según climatología.
OBJETOS QUE SE UTILIZAN: Pañuelo o trozo de tela.

REGLAS DEL JUEGO: En el centro del terreno (que ha de ser bastante amplio), se hace una raya en cuyo extremo se coloca la niña o el niño que está sujetando el pañuelo y que es la/el juez. 
A cada participante de ambos equipos se le adjudica un número (desde el 1 hasta el número de personas que intervengan). A continuación, la/el juez dice un número y han de salir los dos participantes correspondientes a cada equipo.
Cuando llegan hasta el pañuelo, la/el más rápida/o debe cogerlo y salir corriendo hasta su terreno, evitando ser alcanzada/o por el participante rival, quien va corriendo detrás.
Si lo logra, el otro queda eliminado. Si no, debe abandonar el juego.
El juego termina cuando los miembros al completo de un equipo son eliminados.

ANÉCDOTAS: Es fundamental la rapidez por ser un juego de competición. La atención que se ha de prestar durante todo el desarrollo del juego y la inhibición de movimientos, utilizada para tantear al contrario, son características propias de este juego.

TESTIMONIOS: “A mí lo que me gustaba era ponerme de juez, porque siembre había peleas y me gustaba mandar y poner orden.” (Testimonio recogido en el distrito de Ciudad Lineal)

LAS MUÑECAS


NÚMERO DE PARTICIPANTES: De una en adelante.
DÓNDE SE JUGABA: En el interior de las casas, patios de vecindad, soportales.
CUÁNDO SE JUGABA?: Todo el año.
OBJETOS QUE SE UTILIZAN: Cualquier elemento.

REGLAS DEL JUEGO: Gisela, Mariquita Pérez, Miguelín, eran muñecas de la época, de porcelana o cartón piedra, pero para la mayoría resultaban un lujo y por lo tanto, de nuevo, la imaginación es la protagonista del juego.
Un saquito de tela relleno de otros trapos podía servir como cabeza, con unas cuantas hebras de lana para el pelo, los ojos dos botones viejos, la boca pintada... Si eso se envolvía en un arrullo era un bebé, si se le ponía un cuerpo, donde unos palos hacían las veces de brazos y piernas era una muñeca de mayor edad.

ANÉCDOTAS: Es uno de los juegos a los que los hermanos jugaban en casa con las hermanas, nunca en la calle. A las niñas se les enseñaba a coser en las escuelas. En cuanto aprendían los instrumentos básicos, se confeccionaban su propia muñeca.

TESTIMONIOS: “Mi madrina me regaló por Navidad una muñeca de cartón y no sé por qué se me ocurrió bañarla. ¡Quedó destrozada! Además del disgusto, me llevé la regañina de mi madre.” (Testimonio recogido en el distrito de Retiro).

“A mis hermanas y a mí nos gustaba hacer ‘curritos’, unas muñecas que sólo tenían una cabeza de trapo unida a un trozo de tela donde metías la mano a modo de marioneta.” (Testimonio recogido en el
distrito de Barajas).

EL LÁTIGO


NÚMERO DE PARTICIPANTES: Grupo.
DÓNDE SE JUGABA: En la calle, en espacios abiertos.
CUÁNDO SE JUGABA: Todo el año, según climatología.
OBJETOS QUE SE UTILIZAN: Ninguno.

REGLAS DEL JUEGO: Las personas participantes se disponen en fila y se sujetan fuertemente de las manos. Quien inicia el juego suele ser la persona de mayor fuerza corporal, y quien ocupa la última plaza, por lo general, es la menos corpulenta. Una vez colocadas, correrán todas sujetas de las manos y, en un
momento inesperado, la primera tirará con fuerza de la del compañero o compañera, ésta o este del siguiente, y así sucesivamente hasta que llegue el tirón al último participante, como si de una corriente eléctrica se tratase.
El último deberá agarrarse a quien le precede con mayor fuerza que los demás, porque recibirá toda la fuerza que se ha concentrado a lo largo de la fila. Es lo que se conoce como látigo. A veces, el impulso es tan grande que, aun sujetándose con las dos manos del brazo de su compañera o compañero, se acaba por caer al suelo.
Si desean jugar de nuevo, las jugadoras y los jugadores pueden conservar sus posiciones o cambiarse con otras u otros.

ANÉCDOTAS: Jugaban chicas y chicos. Se trata de un juego que hay que practicar con precaución, ya que la fuerza centrífuga hace que los últimos de la fila puedan terminar en el suelo.

TESTIMONIOS: “Recuerdo perfectamente jugar a este juego al grito de “al látigo, al látigo, al láaaatigo...”
(Testimonio recogido en el distrito de Vallecas).

“En mi escalera había una niña muy menudita que se llamaba Ofelia. Todos querían que se pusiese la última porque parecía que volaba, así que cuando se pegaba el tirón, unos cuantos teníamos que estar al tanto para recogerla y que no saliese despedida.” (Testimonio recogido en el distrito de Usera).

EL ELÁSTICO


NÚMERO DE PARTICIPANTES: Tres como mínimo.
DÓNDE SE JUGABA: En el exterior.
CUÁNDO SE JUGABA: Todo el año, según climatología.
OBJETOS QUE SE UTILIZAN: Una goma de unos ocho metros de longitud
y un centímetro de ancho anudada en sus extremos.
¿ACOMPAÑADO DE CANCIÓN?: Si se quiere si.

REGLAS DEL JUEGO: Dos de los participantes se sitúan frente a frente en el interior de el elástico, la cual se coloca a la altura de los tobillos. El resto de las jugadoras y jugadores irán saltando por turnos. En el momento en que se produzca el fallo, ésta o éste ocupará el lugar de quien sujete el elástico. A medida que avanza el juego se va incrementando la dificultad, es decir, el elástico pasa de los tobillos a las rodillas, los muslos, la cintura, axilas, cuello y por último, se sujeta con las manos extendidas sobre la cabeza.

VARIANTES: Existen multitud de variantes: la goma se pisa con un pie, con los dos, se salta, etc. También, en el caso de que el número de participantes sea considerable, en vez de dos que sujeten el elástico se pueden situar tres o cuatro, formando de esa manera un triángulo, un cuadrado, etc.


ANÉCDOTAS: Un objeto tan sencillo como una cinta de goma de mercería se consideraba un artículo de lujo y las niñas lo cuidaban con esmero.

TESTIMONIOS: “Me parece increíble que pudiésemos pisar el elástico a esa altura. Y la sensación de no cansarte nunca...” (Testimonio recogido en el distrito de Villaverde).



martes, 22 de mayo de 2012

LA GALLINITA CIEGA


NÚMERO DE PARTICIPANTES: Grupo.
DÓNDE SE JUGABA: Exterior.
CUÁNDO SE JUGABA: Según climatología.
OBJETOS QUE SE UTILIZAN: Pañuelo.

REGLAS DEL JUEGO: Una jugadora o jugador hace de gallinita ciega. Para ello se le tapan los ojos con un pañuelo, de manera que no pueda ver nada. El resto de los participantes hacen un corro en torno a ella/él y comienzan el siguiente diálogo:

“Gallinita ciega ¿qué se te ha perdido? (dice el corro)
Una aguja y un dedal (contesta la gallina)
Pues da tres vueltas y los encontrarás. (dice el corro)
Una, dos y tres
Y la del revés”.

La gallinita da tres vueltas sobre sí misma y, con los brazos extendidos, intenta coger a alguien del corro. El resto intentará que se despiste agachándose, tocándola, apartándose... Cuando consigue dar con alguien, debe adivinar, solamente por el tacto, de quién se trata. Si acierta, coloca la venda a la persona que ha cogido, pasando a ser ésta la gallinita; si no, repite de nuevo.

ANÉCDOTAS: Dice la voz popular que este juego se le ocurrió a un granjero al descubrir que una de sus gallinas no encontraba los huevos porque estaba ciega.

TESTIMONIOS: “Muchas veces nos cambiábamos la ropa, el peinado, para confundir a la gallinita.” (Testimonio recogido en el distrito de Hortaleza).

EL ESCONDITE

NÚMERO DE PARTICIPANTES: Se juega en grupo.
DÓNDE SE JUGABA: En el exterior.
CUÁNDO SE JUGABA?: Preferentemente, en primavera-verano.
OBJETOS QUE SE UTILIZAN: Ninguno.

REGLAS DEL JUEGO: Después de sortear quién se la “liga”, el jugador o la jugadora se tapa los ojos y empieza a contar hasta un número pactado de antemano. Mientras se cuenta, las/los demás se esconden para no ser vistas/os. Cuando termina de contar, comienza la búsqueda a la voz de:

“Ronda, ronda, el que no se haya escondido que se esconda o si no que responda”

... y cada vez que ve a una o uno, va a su sitio y dice el nombre de la persona que ha visto y el lugar donde se encuentra escondida.
Mientras, el resto intentan llegar al sitio de la persona que se la ‘liga’ para ‘salvarse’, diciendo: ¡por mí! 
El juego termina cuando todos las jugadoras y jugadores se han salvado o han sido encontradas/os. La primera o el primero que ha sido vista/o, es quien ‘la liga’ la próxima vez.



VARIANTES: EL ESCONDITE INGLÉS
Una/o de los participantes se coloca en una pared de espaldas al resto de las/los  jugadores, mientras el resto se sitúa a cierta distancia en la línea de salida. La persona que la liga, comienza a decir:

“Una, dos y tres,

al escondite inglés,

sin mover las manos ni los pies”.

Las demás aprovechan para acercarse lo más posible a la pared, parándose en el 
momento en que termina su retahíla y gira la cabeza. Si al hacerlo ve a  
alguna/o en movimiento le manda de nuevo a la línea de salida. 

La primera persona que consigue llegar hasta la pared es la ganadora.

ANÉCDOTAS: Es uno de los juegos que practicaban juntos las niñas 
los niños. Estos juegos de carácter mixto eran los que 
proporcionaban mayor diversión.

LOS DISPARATES


NÚMERO DE PARTICIPANTES: Grupo.
DÓNDE SE JUGABA: Es un juego tanto de exterior como de interior.
¿CUÁNDO SE JUGABA? En tardes de lluvia, noches de verano...
OBJETOS QUE SE UTILIZAN: Ninguno.

REGLAS DEL JUEGO: Quienes vayan a participar se sientan en círculo en el suelo. El primer participante formula una pregunta al oído de su compañera/o de la derecha, teniendo cuidado de que nadie más la pueda oír y ésta o éste se la contesta.
La persona que acaba de responder formula otra pregunta a su compañera o compañero de la derecha, y así todo el grupo. Cuando todas y todos han formulado sus preguntas y sus respuestas, dan comienzo los disparates. La jugadora o jugador que ha comenzado dice: “Esta/e señorita/o me ha preguntado (refiriéndose a su compañera/o de la izquierda) y esta/e señorita/o me ha contestado” (refiriéndose a su compañera/o de la derecha). Así, todo el grupo. Las respuestas, al no coincidir con las preguntas son absurdas y dan pie a la carcajada.


ANÉCDOTAS: Después de una tarde de juegos, cuando se busca la tranquilidad, es el momento apropiado para tomarse un respiro y disfrutar de la risa de lo absurdo.

TESTIMONIOS: “Yo me enteré de que le gustaba a mi vecino porque mi hermana le preguntó mientras jugaba a los disparates que por quién estaba.” (Testimonio recogido en el distrito de Moratalaz).

domingo, 20 de mayo de 2012

LOS DISFRACES


NÚMERO DE PARTICIPANTES: Quienes quieran participar.
DÓNDE SE JUGABA: El juego comenzaba en el interior de las casas, pero era costumbre salir a la calle disfrazadas/os.
CUÁNDO SE JUGABA?: Todo el año, aunque era típico de la época de Carnaval.
OBJETOS QUE SE UTILIZAN: En este juego, con la ayuda de la imaginación, cualquier trapo u objeto podía ser utilizado y convertido en algo totalmente distinto y maravilloso.

REGLAS DEL JUEGO: Jugando a hacer teatro podían ser princesas rescatadas por príncipes,
príncipes rescatadores o maestras y maestros de escuela que impartían las clases, o médicas y médicos que curaban a sus niños y niñas de enfermedades. Se recrea cualquier situación imaginando el escenario y asumiendo el papel del sexo masculino o femenino según lo requiera la situación. Se confeccionan los disfraces, recurriendo a prendas de los mayores o haciéndolas los propios participantes con telas, trapos, o cualquier objeto que pudiese servirles.


TESTIMONIOS: “Durante el Carnaval, a los mayores les estaba prohibido disfrazarse, sobre todo si se cubrían la cara. Los niños teníamos más libertad y nos disfrazábamos y recorríamos las calles. Era muy divertido.” (Testimonio recogido en el distrito de Villaverde).
“Mi madre me cosía cuatro trapos y me hacía creer que era una princesa”. (Testimonio recogido en el distrito de Retiro).




EL DIÁBOLO


NÚMERO DE PARTICIPANTES: El propio juguete es el que hace que se desarrolle el juego, por tanto, aunque en muchas ocasiones se practicaba en grupo, organizando pequeñas competiciones, también puede ser de entretenimiento individual.
DÓNDE SE JUGABA: En el exterior.
CUÁNDO SE JUGABA: Cualquier época del año.
OBJETOS QUE SE UTILIZAN: Diábolo.

REGLAS DEL JUEGO: Un diábolo son dos conos unidos por la parte más estrecha, que se bailan en este punto sobre una cuerda unida en sus dos extremos a dos varillas de madera.
El diábolo es impulsado por la fuerza que se ejerce sobre las dos varillas. Antes de lanzarlo, deberá deslizarse varias veces por la cuerda para que adquiera fuerza y velocidad; a continuación se lanza enérgicamente y, cuando vaya descendiendo, habrá que cogerlo sirviéndose del cordel. Esta operación resulta más fácil si la cuerda se coloca de forma inclinada con respecto al diábolo, pues de otro modo éste rebotaría al no poder deslizarse. Gana quien más tiempo y más alto haga bailar el diábolo.


ANÉCDOTAS:
De origen chino, donde era practicado por los acróbatas del circo, fue llevado a Europa por el embajador británico lord Macartney a finales del siglo XVIII. En el siglo XX fue perfeccionado por el ingeniero francés Gustave Phillipart, quien lo bautizó con el nombre de diábolo.
Se trata de un juego muy popular entre las mujeres madrileñas en los años 30 y 40. Es uno de los escasos juegos que requerían un juguete comprado.

TESTIMONIOS: “Bueno, no sabes cómo bailaba yo esto. Ahora, a mis 70 años, he perdido facultades, pero todavía seré capaz de hacerlo bailar. Ya verás...” (Testimonio recogido en el distrito de Fuencarral).

LA CUNA


OTROS NOMBRES: LOS NUDOS, LAS CUNITAS.
NÚMERO DE PARTICIPANTES: A partir de 2.
DÓNDE SE JUGABA: Exterior/interior.
CUÁNDO SE JUGABA: Todo el año.
OBJETOS QUE SE UTILIZAN: Una cuerda o lazo fino de unos 100 centímetros de longitud.

REGLAS DEL JUEGO: En este juego se utiliza una cuerda atada en los extremos y cogida entre las manos. Los dedos se van entrelazando con ella. Formada la primera figura básica, la/el siguiente jugadora/or coge la cuerda en determinados puntos, pasando ésta a sus manos, y creando en esta ocasión otra figura distinta, y así sucesivamente.
La precisión a la hora de coger la cuerda es importante, porque si no se hace de modo correcto la cuerda se liará y ya será imposible seguir el juego, por lo que la jugadora o el jugador que ha fallado, perderá. Según la maña, se podía conseguir movimiento con las figuras. Estas figuras recibían cada una un nombre: bigotes de gato, la cama, las tijeras, etc.


VARIANTES: Algunas niñas y niños llegaban a dominar el juego de tal manera que eran capaces de jugar solas/os ayudándose con la boca. 

ANÉCDOTAS: Se trata de un juego presente en la mayoría de las culturas desde tiempos inmemoriales. Durante la posguerra española gozó de gran popularidad entre las niñas, ya que el material que se necesitaba (una cuerda o lazo fino) estaba al alcance de cualquiera.

TESTIMONIOS: “Mi madre me enseñó a jugar, aunque al final ella siempre me ganaba. Yo se lo he enseñado a mis hijas y a mis nietos.” (Testimonio recogido en el distrito de Chamberí).



LAS CUATRO ESQUINAS


NÚMERO DE PARTICIPANTES: En el juego intervienen cinco jugadoras o jugadores.
DÓNDE SE JUGABA: En el exterior.
CUÁNDO SE JUGABA: Todo el año según climatología.
OBJETOS QUE SE UTILIZAN: No precisa ningún material, pero sí delimitar el campo de juego, en el que se deben señalar cuatro esquinas formando un cuadrado.


REGLAS DEL JUEGO: Uno de los participantes se queda en el centro de las cuatro esquinas designadas, mientras el resto ocupa una esquina cada uno. En lugar de esquinas se pueden utilizar árboles, farolas, o simples piedras para delimitar el campo de juego.
A la orden de uno o de todos los participantes, se intercambian las esquinas, muy rápidamente, para intentar así que quien se encuentra en el centro no consiga quitar “su” esquina a nadie. Si lo consigue, pasa al centro el participante que se ha quedado sin ella.
  

VARIANTES: Se puede aumentar el número de participantes aumentando el número de esquinas.

ANÉCDOTAS: Este juego de acción ha servido de entretenimiento a muchas generaciones. Sus orígenes no están muy claros, pero a mediados del siglo XIV gozaba de tanta popularidad entre el pueblo inglés que, según algunos cronistas, Eduardo III se vio obligado a prohibirlo en los jardines del palacio de Westminster porque distraía los debates parlamentarios.

TESTIMONIOS:
“Era mi juego favorito. Jugábamos en el patio de mi casa horas y horas. Tenías que ser muy rápida y estar muy atenta; al menor descuido te tocaba ‘pringarla’.” (Testimonio recogido en el distrito de Vicálvaro).
“En el patio del colegio había cuatro farolas que nunca vimos encendidas. Para lo único que valían era para jugar a las ‘Cuatro Esquinas’.” (Testimonio recogido en el distrito de Chamartín).

EL CORRO


OTROS NOMBRES: RUEDA.
NÚMERO DE PARTICIPANTES: De dos en adelante.
DÓNDE SE JUGABA: En el exterior.
CUÁNDO SE JUGABA: Todo el año.
¿ACOMPAÑADO DE CANCIÓN?: Sí.*

REGLAS DEL JUEGO:
Las/los participantes se cogen de la mano formando un círculo. Danzan al compás de las canciones y acompañan la letra con sus movimientos.

VARIANTES:
En algunas ocasiones las canciones son sólo un pretexto para danzar formando un círculo con las manos entrelazadas y dejándose llevar por la cadencia de la música y las letras. Otras veces, al tiempo que se gira en el corro, las canciones son acompañadas por gestos, movimientos y por exclamaciones onomatopéyicas que acentúan los versos y estrofas. En otros, también interviene el diálogo; incluso, se escoge a una o uno de los
participantes estableciendo un diálogo de elección y preferencia; esta jugadora o jugador será quien establezca los siguientes turnos en el juego.

ANÉCDOTAS: En el corro se dan cita varias manifestaciones de la tradición popular y en la mayoría de los casos vienen de muy antiguo. Son juegos colectivos, en los que no hay un número fijo de participantes y que, en algunos casos, sus canciones también se utilizan como juegos de comba o de filas.

TESTIMONIOS: “A mi nieta de dos años lo que más le puede gustar es jugar al corro de la patata.” (Testimonio recogido en el distrito de Latina).

*CANCIONES:
Quisiera ser tan alta como la luna
Quisiera ser tan alta como la luna,
ay, ay,
como la luna, como la luna.
Para ver los soldados de Cataluña,
ay, ay,
de Cataluña, de Cataluña.
De Cataluña vengo de servir al rey,
ay, ay,
de servir al rey, de servir al rey.
Y traigo la licencia de mi coronel,
ay, ay,
de mi coronel, de mi coronel.
Al pasar por el puente de Santa Clara,
ay, ay,
de Santa Clara, de Santa Clara.
Se me cayó el anillo dentro del agua,
ay, ay,
dentro del agua, dentro del agua.
Al sacar el anillo saqué un tesoro
ay, ay,
saqué un tesoro, saqué un tesoró.
Una virgen de plata y un cristo de oro
ay, ay,
y un cristo de oro, y un cristo de oro.

El corro de la patata
Al corro de la patata
comeremos ensalada
lo que comen los señores
naranjitas y limones
¡Achupé, achupé
sentadita me quedé!

Desde chiquitita me quedé
Desde chiquitita me quedé,
me quedé,
algo resentida de este pie,
de este pie.
Disimulad que soy una cojita
y si lo soy lo disimulo bien.
Ay que te doy,
que te doy un puntapié.

Viva la media naranja
Viva la media naranja
viva la naranja entera,
vivan los guardias civiles
que van por la carretera.
Ferrocarril
camino llano,
en el vapor,
se va mi hermano,
se va mi hermano
se va mi amor,
se va la prenda
que adoro yo,
que adoro yo,
chim pon.
Del hueso, una aceituna,
de la aceituna, un tintero,
del tintero, una pluma,
de la pluma, un palillero.
Ferrocarril
camino llano,
en el vapor,
se va mi hermano,
se va mi hermano
se va mi amor,
se va la prenda
que adoro yo,
que adoro yo,
chim pon.

La chata Berenguela
(en vez de ponerse en corro, se forman dos filas y una niña se pasea por el
medio)
La chata Berenguela, güi, güi, güi
como es tan fina, trico trico tri
como es tan fina, lairón, lairón
lairón, lairón, lairón, ¡lairón!
Se pinta los colores, güi, güi, güi
con gasolina, trico trico tri
con vaselina, lairón, lairón
lairón, lairón, lairón, ¡lairón!
Y su madre la dice, güi, güi, güi
quítate eso, trico trico tri
quítate eso, lairón, lairón
lairón, lairón, lairón, ¡lairón!
Que va a venir tu novio, güi, güi, güi
a darte un beso, trico trico tri
a darte un beso, lairón, lairón
lairón, lairón, lairón, ¡lairón!
El novio ya ha venido, güi, güi, güi
ya se lo ha dado, trico trico tri
ya se lo ha dado, lairón, lairón
lairón, lairón, lairón, ¡lairón!
Y le ha puesto el carrillo, güi, güi, güi
muy colorado, trico, trico, tri
muy colorado, lairón, lairón,
lairón, lairón, lairón, ¡lairón!

Estaba el señor don Gato
(en dos filas)
Estaba el señor don Gato,
sentadito en su tejado,
miauramiaumiau, miau, miau
sentadito en su tejado.
Ha recibido una carta,
que si quiere ser casado,
miauramiaumiau, miau, miau
que si quiere ser casado.
Con una gatita blanca,
sobrina de un gato pardo,
miauramiaumiau, miau, miau
sobrina de un gato pardo.
El gato por ir a verla,
se ha caído del tejado,
miauramiaumiau, miau, miau
se ha caído del tejado.
Se ha roto siete costillas,
el espinazo y el rabo
miauramiaumiau, miau, miau
el espinazo y el rabo.
Ya le llevan a enterrar
por la calle del pescado
miauramiaumiau, miau, miau
por la calle del pescado.
Al olor de las sardinas
el gato ha resucitado
miauramiaumiau, miau, miau
el gato ha resucitado.
Por eso dice la gente
siete vidas tiene un gato
miauramiaumiau, miau, miau
siete vidas tiene un gato.
Y aquí se acaba la historia
del gato resucitado
miauramiaumiau, miau, miau
del gato resucitado.