domingo, 27 de mayo de 2012

TRES NAVÍOS EN EL MAR


PARTICIPANTES: Por equipos.
DÓNDE SE JUGABA: En la calle, en un espacio amplio, con diferentes lugares donde poder esconderse.
CUÁNDO SE JUGABA: Cuando lo permitía el clima.
OBJETOS QUE SE UTILIZAN: Ninguno.

REGLAS DEL JUEGO: Tras sortearse los equipos, uno de las y los perseguidos y el otro el de los perseguidores y perseguidoras. El primer equipo marchaba a esconderse mientras las perseguidoras y los perseguidores hacen tiempo durante unos cinco minutos. Dado que el espacio que se utiliza era bastante amplio, la voz que daba comienzo al juego debía ser potente; así se podía oír a una niña o a un niño gritando: “Tres navíos en el mar”; frase que era respondida con un fuerte: “Otros tres en busca van”.

“Tres navíos en el mar...
...Otros tres en busca van”

ANÉCDOTAS: En ocasiones, el juego no llegaba a terminarse, ya que debido a la gran extensión de los espacios era muy difícil encontrar a las/los escondidas/os.


TESTIMONIOS: “Jugábamos todos, chicos y chicas juntos, en la calle. No pasaban coches. Los juegos mixtos eran los más divertidos”. (Testimonio recogido en el distrito de Barajas).

LAS TIENDAS



NÚMERO DE PARTICIPANTES: Uno en adelante.

DÓNDE SE JUGABA: En el interior de las casas, patios de vecindad, soportales.
CUÁNDO SE JUGABA: Todo el año.
OBJETOS QUE SE UTILIZAN: Se recurría a la imaginación para transformar objetos cotidianos o
desechados en un puesto de mercado. Con cajas de zapatos se construía una balanza. El dinero era trocitos de papel que se guardaban en otra caja. Se vendía cualquier tipo de producto, la harina era la “arena fina”, el arroz la “arena gorda”, la lechuga, las hojas de los árboles, cualquier trapo una fina tela para hacerse un vestido de fiesta o un traje de chaqueta...

REGLAS DEL JUEGO: Las que dicta la imaginación. Lo importante es no salirse del“papel”.

TESTIMONIOS: “Recuerdo mi infancia como un continuo juego de tiendas y cacharritos”. (Testimonio recogido en el distrito de Centro).
“Yo, con una lata de betún y un palo y una cuerda, hacía una balanza estupenda para pesar lo que vendíamos.” (Testimonio recogido en el distrito de Salamanca).
“Nosotras vendíamos leche que hacíamos diluyendo un poco de jabón en agua.” (Testimonio recogido en el distrito de Salamanca).

LOS TESOROS


NÚMERO DE PARTICIPANTES: Se juega en grupo, cuantos más participantes, más divertido, ya que tendrán que buscar el tesoro con mayor celeridad.
DÓNDE SE JUGABA: En la calle, en los descampados llamados “basureros”, donde se podía encontrar casi de todo.
CUÁNDO SE JUGABA: Todo el año.
OBJETOS QUE SE UTILIZAN: Los tesoros pueden ser cualquier tipo de objetos: botones, papeles de colores, piedras o huevos pintados de colores. A menudo se guardaban en una caja para aumentar la emoción del encuentro.

REGLAS DEL JUEGO: Uno de los que juegan esconde los objetos elegidos, sin que el resto del grupo le vea. A continuación, los demás emprenderá una carrera en busca de los tesoros, mientras que quien los ha escondido les irá indicando con las palabras “frío” o “caliente” la proximidad al lugar donde ha escondido el objeto buscado. Ganará quien más objetos encuentre.


ANÉCDOTAS: Madrid estaba levantada entre descampados, lugares idóneos para desarrollar esta actividad.

TESTIMONIOS: “Lo que más me gustaba era ir a los descampados. Los llamábamos basureros. Cogíamos cualquier cosa, un trozo de cristal, una taza rota, una tapadera... Todo nos parecía emocionante y maravilloso.” (Testimonio recogido en el distrito de Tetuán).
“Yo jugaba a los tesoros escondiendo cromos de flores o mariposas con un cristal por encima, y cuando lo desenterrabas casi se te olvidaba que lo habías escondido tú misma”. (Testimonio recogido en el distrito de Tetuán).


¡Frío, frío!
¡ Te vas a quemar..!
¡Caliente, caliente!


LAS TABAS


NÚMERO DE PARTICIPANTES: Dos o más, aunque si son más de cuatro el juego pierde ritmo.
DÓNDE SE JUGABA: Exterior/interior.
CUÁNDO SE JUGABA: Todo el año.
OBJETOS QUE SE UTILIZAN: Tabas: hueso de la rodilla del carnero.

REGLAS DEL JUEGO: Aunque hay muchas modalidades, la más extendida es aquella en la que se utilizan cinco tabas, que podrán ir pintadas de vivos colores. Cada lado de la taba recibe un nombre: hoyos, panza o tripa, liso y carnero. Con este orden se irán sucediendo las rondas y el proceso será siempre el mismo. Cuatro de las tabas se arrojan al aire y se dejan caer al suelo. La quinta se irá lanzando hacia arriba y dejando caer. Mientras la taba está en el aire la jugadora/or irá colocando las que están en el suelo en la cara de tripas, luego en hoyos, etc. y así hasta conseguir pasar por todas las caras en todas las tabas. Gana el participante que lo consiga con menos lanzamientos.
También la jugadora o jugador lanza al aire los cinco huesos y trata de recuperarlos con el dorso de la mano. Repite la operación con los que no se le han caído, pero esta vez trata de cogerlos con la palma.
Otra modalidad consiste en lanzar una taba mientras se va cogiendo el resto de una en una, de dos en dos, de tres en tres y, finalmente, todas de una vez.
En ocasiones, tras lazar las tabas, la jugadora o el jugador sitúa la mano formando un arco con el dedo índice y el pulgar. El juego consiste en hacer pasar las tabas por debajo del arco, primero de una en una, después de dos en dos, de tres en tres y, por último, todas a la vez.

VARIANTES: EL ZURRIAGO.
Esta modalidad era propia de los niños. Se apostaban cromos que se ganaban o perdían según la posición en la que caía la taba: “liso” ganaba un cromo; “carnero”, dos; si salía “hoyo” tenías que poner un cromo en el montón; y si salía “tripa”, tenías que poner un cromo y recibir un “zurriagazo”, es decir, un latigazo generalmente con el cinturón.

ANÉCDOTAS: Su origen se remonta a los orígenes de las civilizaciones indoeuropeas y llegó a Sudamérica durante la conquista española. En España se sustituyó como juego de apuestas en momentos en que los casinos o salas de juego estuvieron prohibidos.

TESTIMONIOS: “Pintábamos las tabas con anilina. ¡Quedaban preciosas!” (Testimonio recogido en el distrito de Moncloa).
“Cuando mi madre preparaba el cordero, mis hermanas y yo peleábamos por las tabas. Recuerdo que la cocina olía muy mal.” (Testimonio recogido en el distrito de Hortaleza ).

EL "RESCATAO"


OTROS NOMBRES: EL RESCATE, RESCATE LIBRE.
NÚMERO DE PARTICIPANTES: Por equipos.
DÓNDE SE JUGABA: Exterior. Requiere un espacio amplio, aunque delimitado.
CUÁNDO SE JUGABA: Todo el año, según climatología.
OBJETOS QUE SE UTILIZAN: Ninguno.

REGLAS DEL JUEGO: La jugadora o el jugador que la ‘liga’ tendrá que perseguir a los demás del grupo. Cuando coja a alguien, lo llevará a su ‘casa’ (una farola, un árbol...). Después, seguirá persiguiendo al resto, pero con cuidado de que nadie se acerque a la casa y pueda tocar la mano de quien ya estaba cogida/o, porque si así lo hiciera, diría: ¡salvado! y volvería a poder ser perseguida o perseguido de nuevo. Cuando hay más de una/o capturadas/os, se dan la mano para así formar una cadena y poder tener mayor libertad de movimientos y propiciar el rescate. El juego se acaba cuando la/el perseguidora/or ha conseguido coger a todas/os y llevarlas/os a su ‘casa’.

¡Salvada!

VARIANTES: POLICÍAS Y LADRONAS/ES
En este caso, uno de los equipos representaba a los policías y el otro a los ladrones. Se juega de la misma manera que la variante anterior, pero con la diferencia de que todo el equipo de policías persigue al de los ladrones.

ANÉCDOTAS: Éste es uno de los juegos al que jugaban niñas y niños.

TESTIMONIOS: “En cuanto nos juntábamos en el patio de mi casa a la salida del colegio, jugábamos al ‘rescatao’. Me sorprende no encontrame hoy niños en la calle jugando.” (Testimonio recogido en el Distrito de
Moratalaz).

LOS RECORTABLES


OTROS NOMBRES: LIBROS DE MUÑECAS.
NÚMERO DE PARTICIPANTES: De uno en adelante.
DÓNDE SE JUGABA: En el interior de las casas, en los soportales.
CUÁNDO SE JUGABA: Era el juego perfecto para los días de lluvia.
OBJETOS QUE SE UTILIZAN: Álbumes de recortables. Pinturas, papel, tijeras.


REGLAS DEL JUEGO: Con lápiz y papel o figurines sacados de revistas, se hacían los recortables. El juego consistía en recortar figuras de niños o niñas o de hombres y mujeres y hacerles vestiditos de papel que se acompañaban de pequeñas solapas para unirlas al cuerpo.
Con estas figuras las niñas solían jugar a vestir las muñecas según la ocasión, como, por ejemplo, asistir a una fiesta, realizar una excursión... lo importante era crear nuevas situaciones y cambiar las ropas de las muñecas una y otra vez.
Existían libros de recortables tanto para niñas como para niños con diferentes temáticas.

ANÉCDOTAS: Los álbumes de recortables se compraban en las piperías. A pesar de ser un juego relativamente barato, las niñas y los niños solían hacer sus propios figurines.

TESTIMONIOS: “Nos lo hacíamos todo. Incluso los recortables, pintábamos los figurines y la ropa que queríamos que llevaran”. (Testimonio recogido en el distrito de Carabanchel).

LAS PRENDAS


OTROS NOMBRES: ANTÓN PIRULERO.
NÚMERO DE PARTICIPANTES: Grupo.
DÓNDE SE JUGABA: Exterior/interior.
CUÁNDO SE JUGABA: Todo el año.
OBJETOS QUE SE UTILIZABAN: No.
¿ACOMPAÑADO DE CANCIÓN?: Sí.
REGLAS DEL JUEGO: Las jugadoras y los jugadores se colocan formando un círculo para que todos se puedan ver entre sí. Cada una/o elegirá un instrumento que simulará tocar al ritmo de la canción:

“Antón, Antón, Antón Pirulero,
cada cual, cada cual, que aprenda su juego,
y el que no lo aprenda
pagará una prenda”.

La persona que ha sido designada como directora o director de la orquesta (madre), en un momento determinado dejará de “tocar su instrumento” para empezar a simular que toca el de otro participante del corro. En ese momento la jugadora o jugador elegida/o deberá dejar de tocar su instrumento y empezará a interpretar el que antes tenía la directora o el director, es decir, se intercambian los instrumentos.
Este cambio se irá repitiendo hasta que todos los participantes, menos una o uno, que será la ganadora o ganador del juego, se hayan equivocado en los cambios que haya efectuado quien lo dirige.
Quien ha perdido, ha dejado una prenda u objeto personal que recuperará superando la prueba que la “madre” le diga. Es aquí donde reside el juego en sí.

ANÉCDOTAS: Es uno de los juegos con más tradición entre las mujeres madrileñas. Aúna música, mímica y desarrolla enormemente la atención.

TESTIMONIOS: “Me encantaba jugar al Antón Pirulero y se lo he enseñado a mi nieto, que se entretiene un montón con eso.” (Testimonio recogido en el distrito de Fuencarral).